Comunicado Público

Grupo de Investigación de Lucha contra la Trata de Mujeres y Niñez

con Fines de Explotación Sexual

Asociación Internacional de Juristas

INTER IURIS

Hoy, 10 de diciembre de 2020, celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, tras la aprobación, este mismo día de 1948, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Conmemorar este día siempre es importante, pero mucho más en un año como el presente, en el cual nuestros derechos fundamentales están limitados por circunstancias sanitarias, azotando especialmente a las mujeres por las dificultades económicas que sufren, incrementándose la feminización de la pobreza y aumentando el número de mujeres en riesgo de sufrir explotación sexual.

Esta pandemia está afectando especialmente los derechos de las personas más vulnerables, como son las víctimas de trata con fines de explotación sexual, cuya invisibilización dificulta su identificación y su acceso a los servicios esenciales de salud, seguridad y justicia. Las medidas restrictivas acrecientan aún más el aislamiento de estas víctimas y su acceso a las redes de apoyo.

Por ello, desde la Asociación Internacional de Juristas INTER IURIS y concretamente desde nuestro Grupo de Investigación de Lucha contra la Trata de Mujeres y Niñez con Fines de Explotación Sexual, integrado por un equipo multidisciplinar de profesionales de siete países y pertenecientes a la Administración Pública, la Empresa y la Sociedad Civil Organizada, nos comprometemos a dar apoyo a los poderes públicos de nuestros respectivos países, para evaluar el impacto que esta pandemia está teniendo en los servicios esenciales que las víctimas de trata con fines de explotación sexual requieren y que nuestros Estados están obligados a ofrecerles por los tratados internacionales suscritos. Nos comprometemos a coordinar estudios sobre dicho impacto en cada uno de nuestros países y sobre el modus operandi de las mafias en los mismos.

De igual modo, manifestamos nuestra repulsa hacia las mafias que explotan sexualmente a tantas mujeres, niñas, niños y adolescentes, y hacia los consumidores de prostitución, a los que les resulta indiferente la vulnerabilidad de estas víctimas.